martes, 25 de diciembre de 2012

Festivaleando: Heathrow Beer Festival

Dado que estuve una semana por tierras inglesas (de la que habrá posts más adelante), aproveché para mirar el calendario del CAMRA y acudir a uno de los múltiples festivales que esta asociación cervecera organiza cada año por aquellas tierras. Tuve suerte, y me coincidía cerca de donde estaba el de Heathrow, que, aparte de tener el aeropuerto al lado al que da nombre (y de paso metemos un avioncito en el logo del festival también), es un pueblecito pequeño con nada reseñable que ver... Así pues, dejé los trastos en el hotel y directo al festival, buena gana de intentar dar una vuelta por el típico pueblo inglés de casitas bajas con jardín que, francamente, no dice nada.
 
Lo primero es lo primero: la CAMRA (Campaign for Real Ale, Campaña en favor de la ale auténtica) es una asociación sin ánimo de lucro que se creó en 1971 como respuesta a la cada vez más incipiente tendencia de la fábricas y de los pubs de sustituir las ales británicas de toda la vida por lagers más baratas y de peor calidad. Desde entonces, han ido creciendo poco a poco hasta este momento, en el que, pese a ser considerados en muchas ocasiones como anclados en el pasado y chapados a la antigua (véase por ejemplo la polémica de Brewdog con ellos), son considerados bastante "dogmáticos" (se valoran muy mucho sus elecciones de pub del año, mejor cerveza de tal o cual sitio, etc) y sus festivales cuentan con mucha fama.

La hilera de casks y sus fervientes guardianes
El festival que nos atañe, el Heathrow Beer Festival, celebró su sexta edición en una especie de pabellón multiusos, puesto que vi que a lo largo del año había programadas tanto actividades deportivas como charlas y conferencias. Sitio peculiar... El centro, lleno de mesas y sillas, precedía a la hilera de casks que había al fondo, en los que se podía degustar tanto cerveza (unas 30 variedades) como sidra (una docena). Detrás, un pantallón enorme para deportes varios (cuando llegué, rugby me tocó). Los hombrecillos del CAMRA que servían la cerveza y controlaban todo son francamente entrañables: avanzada edad, tripones que parecen decir "he bebido más cerveza de la que podrás beber en tu vida, joven pada-wan" y una estupenda accesibilidad para hablar con ellos sobre cerveza. Viendo a los allí presentes, y extrapolando, uno entiende por qué se dice que están chapados a la antigua...

La imponente pinta festivalera y las marcas para las tres cantidades
sí, hay una errata, ¿quién la verá?
Me pareció muy interesante y exportable a otros festivales de estas latitudes la idea de tener un vaso de pinta como vaso oficial, pero con 3 posibles medidas a la hora de pedir. En la caja te vendían tickets por un tercio de pinta o por media pinta, y al pedir podías decirle al señorín "un tercio, media pinta o una pinta entera".  Creo que esto es perfecto, puesto que en ciertos festivales hay cervezas de las que, por que sean tremendamente bebibles o porque te hagan especialmente tilín, te gustaría pedirte una pinta entera, y algunas incluso con menos de la unidad del festival (porque sean muy alcohólicas, por ejemplo), con un tercio de pinta sería suficiente. A ver si la idea cunde para otros festivales...

Casi parecía un bingo...
No sólo de birra vive el Camraman...
El ambiente reinante, en general, era muy tranquilo y familiar; sin hilo musical, solamente se oía el runrún de las conversaciones de los diferentes grupos, entre los que había hasta críos casi recién nacidos (eso es inculcar el amor por la cerveza desde pequeño y lo demás es tontería). La comida que se servía era la típica inglesa, nada particularmente reseñable. Y en cuanto a la cerveza, si te gusta fría y con un buen punto de gas, no vayas a uno de estos festivales; más o menos del tiempo y en cask, con lo que la espuma era mínima y duraba escasos minutos (y eso que yo me decanté por la media pinta). Más de la mitad de las cervezas eran bitters o ESBs; lo demás, alguna IPA suelta, una porter, un par de ellas de sabores... No fue una grandísima selección, aunque alguna no estuvo mal. Sí que me resultó agradable probar un par de sidras. Tras esto me mantengo en lo mismo, están por detrás de las nuestras y no digamos de las bretonas y normandas... 
 

Hago solamente mención especial de alguna cerveza que me hizo gracia:


- Twickenham Naked Ladies. No, no son mujeres desnudas de verdad; se llama así por unas esculturas de ninfas en los jardines de la York House en Twickenham, conocidas por el populacho como Naked Ladies. La cerveza en sí tiene bastante cuerpo para ser una ale inglesa, y un punto bastante lupulado gracias a las generosas cantidades de Pilgrim y Styrian Goldings que lleva. Lo más parecido a una buena IPA que me bebí aquella noche.

- Rudgate Ruby Mild. Todo lo que una Mild te puede ofrecer (no en vano, ha ganado muchos premios de la CAMRA en esta categoría). Oscura, de espuma cremosa, con el punto de caramelo y toffee propios de las mild y un punto de bitter al final muy agradable.

- Hammerpot Bottle Wreck Porter. Una suave porter inglesa de libro. Chocolate, un puntito de café y tremendamente fácil de beber, sin empalagar en absoluto. Su nombre viene de un barco del XIX hundido en la costa cuyo nombre se desconoce, pero que contiene cientos de botellas de cerveza Porter, por lo que se conoce como el Bottle Wreck.


En definitiva, un buen punto de partida para algún otro festival del CAMRA que tengo en la cabeza, sobre todo el más gordo: el Great British Beer Festival...















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