viernes, 31 de agosto de 2012

Festivaleando: Birragoza





El pasado fin de semana tuvo lugar en la capital maña de las cuatro tildes (léase Zárágózá si nos atenemos a su encantadora entonación) la primera de las esperemos que muchas edición del festival cervecero Birragoza.

Antes que nada, agradecer a Sergio y sus secuaces el trabajo y las muchas horas invertidas para llevar esto a buen puerto.

Cronológicamente hablando, el festival se desarrolló en cuatro bloques temporales: el desierto por el que solamente faltaban los cardos de los spaghetti western, puesto que el aplastante calor ya venía de serie, y durante el cual hubo poquísima gente, del viernes hasta la tarde; la primera de las marabuntas de gente del viernes por la noche, cuando el calor fue amainando; el algo más movido sábado durante el día, algo más animado que el viernes a la misma hora; y la segunda de las marabuntas y el caos cervecero (ahora explicaré por qué) del sábado por la tarde/noche.

Poco puedo aportar del viernes, puesto que no estuve de cuerpo presente (sí de espíritu); en cuanto al sábado, ya se intuía durante la mañana que no iba a llegar la cerveza para toda la jornada, como así fue. Pero bueno, pudimos departir animadamente con los cerveceros, degustar alguna que otra (no demasiadas) novedades y verdaderamente estar muy a gusto con todo el mundo (productores, productores de visita, blogueros y amigos de toda la vida).

Como siempre, pasamos a valorar los pros y las contras del festival, en esta ocasión empezando por lo bueno y acabando a lo supertacañona.

la hilera de puestos, sábado al mediodía
A favor:
- el buen ambiente reinante, tanto en los momentos de tranquilidad como en los de crisis por afluencia de gente, en los que el pasillito de detrás de los puestos era de lo más animado.

- Eventos paralelos al festival. Se organizaron charlas sobre la cata de cerveza, fabricación de la misma, una cata en sí, otra con maridaje (que no sé si finalmente se llevó a cabo)... Toda una serie de actividades que dan lustre a un festival de este tipo.

- La acogida del festival en la ciudad fue estupenda, inesperada por la gran cantidad de gente que llegaba a partir de que el sol dejase de aplatanar al personal. Muy bueno para generar ambiente, pero claro, provocó una pega que comento más abajo...

- Folleto informativo. Simple pero útil: manejable por tamaño, con buenas descripciones de las cervezas en muchos casos, listado de los eventos a los que apuntaba arriba y algo de información para sobrevivir en Zaragoza después del festival si te has enganchado a estas cervezas y has visto la luz (sí, hay vida detrás de la Ámbar...).

cajón, dulzaina casi bombarda, bajo, voces desgarradas... A ratos parecían Dissidenten
- Las actuaciones en vivo durante toda la jornada del sábado. Desde un grupo un tanto psicodélico, pasando por uno de folk (gaitas, dulzainas, percusiones...) a unos entrañables señores cantando rancheras y similares... Grandioso momento, muy acorde con el evento, el del tema "Brindemos por nuestro encuentro", con el glorioso estribillo:

Aunque beber me hace mal,
no más por este momento
de veras tan especial
por ti, por ti, solo por ti,
ésta se va p'adentro...


Me eché un becario fotógrafo. Sin queja alguna...
En contra:
- Escasa previsión de afluencia. Para los productores fue una sorpresa la masiva asistencia al Birragoza. Ya el sábado por la mañana no quedaba alguna cerveza (me vienen a la mente alguna de Agullons o la Sangre de Ceres), y ya por la tarde/noche se fueron acabando todas hasta el punto de que se servían las foráneas que distribuía la organización (Brewdog, St. Georgen y Rulles) porque no les quedaba nada, ni barriles ni botellas. Muy bueno para los productores, que sacarían un buen pellizco, pero las colas que se preparaban para adquirir la cerveza y el que quedasen muy muy pocas de las ofertadas inicialmente fueron provocadas por una falta de previsión, aunque en otras ocasiones pasa lo contrario, nunca se sabe con certeza... ¡A traer más birra la próxima edición!

- El vaso. Algo más pequeño que en otros festivales, se hacía un poco escaso, en especial con cervezas fáciles de beber. Eso sí, el precio en consonancia con el vaso estaba muy bien.

la terraza del recinto, llena todo el día
- la limpieza del vaso se hacía bien en los baños del museo cuyo patio hizo las veces de recinto del festival o con una simple manguera en una esquina del patio. Escaso y pelín rústico, aunque he de decir que efectivo...

- No demasiados cerveceros presentes. En mi caso, con un día completo de festival pude recorrerme de cabo a rabo todos los puestos, así que si hubiese ido los dos... Esperemos que el bombazo que ha dado el festival haga que el año que viene quiera apuntarse todo el mundo.

-  Los días escogidos de festival. Me pareció raro que estuviese en marcha desde el viernes por la mañana en lugar de, por ejemplo, alargarlo al domingo, pero entiendo que se debería a la disponibilidad del lugar. Que los organizadores se muestren y nos lo cuenten...

En resumen, una experiencia muy positiva, pero con mucha capacidad de mejora (un lugar más grande y mejor acondicionado, y mayor variedad de cervezas.


Paso a comentar algo de las cervezas que pude probar, básicamente las que más destacaron (para bien o para mal).

- Guinea Pigs! McCui. La reinterpretación cobayil del difícil estilo Scotch estaba muy conseguida, y probablemente lo esté más en futuras fabricaciones o incluso ésta dejándola reposar un tiempo. Dulce, con puntito alcohólico, buena retención de espuma... Destacable.

- Ales Agullons Edgard. La cerveza en honor al peque de la familia es una monovarietal de Cascade facilísima de beber, muy en la línea Agullons. El crío tiene que estar orgullosísimo...

- Naparbier Janis Porter. No conocía esta cerveza, con vida desde finales de junio. Se trata de una porter redonda, al estilo de clásicos en su ámbito como la de Anchor. Redonda, con el punto justo amargo, no muy densa... No le puedo poner pegas.

- Zulogaarden Chewaka's Choice. Un wookie nunca se va a equivocar eligiendo una cerveza... Trigo Dunkel con es final a lúpulo marca de la casa, que he dado en bautizar como final zulupulizado. La he probado en botella, e incluso mejora.

- La Vella Caravana Dunkel. Desconocida hasta este momento, estos chicos manejan muy bien el trigo. Su Weiss está muy lograda (puntito ácido, nada del dulzor algo empalagoso que predomina por estos lares), pero me quedo con su Dunkel, muy bien armonizada.

Y, cómo no, dos gloriosas cervezas foráneas muy conocidas en sus estilos, como son la Punk IPA de Brewdog y la Keller de St. Georgen, ambas haciendo las delicias de todos los presentes.

Para finalizar, unas fotos del evento.

La primera reina de Aragón y sus dos variedades
la cerveza de la organización, la Bacanalt. Ni Alt, ni IPA...
stock de los Zulos


Oso y Cuervo, Cuervo y Oso, sin Ceres desde el viernes noche...









 

Scotland Pigs en modo destroyer
Cluster de Spigha, tirando a destajo por la noche...













los marinos y sus bonitos packs
Naparbier, o "nolesconozcocervezamala"


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Próxima parada festivalera: El Milagrito (Montemayor de Pililla, Septiembre)

3 comentarios:

  1. Buen post, como siempre, amigo Gago. ¡Nos vemos en Milagrito! y los cobayitas daremos este Septiembre alguna que otra sorpresita, si todo va bien.

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  2. Buen resumen de lo acontecido por la capital maña. No pude acudir. Estaba como bien sabes, de vacances en el levante, tostándome al sol. Salu2!

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  3. Buen resumen del evento :-). Una lástima no haber podido acercarme, ya que Zárágózá no está tan tan lejos de mis lares. Con algunos retoques para futuras ediciones, el Birragoza tiene pinta de convertirse en clásico. ¡Saludos David!

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