Estaba pendiente de hace mucho este post; de hecho, he esperado a que saliera toda esta información en el especial de Reading de la revista de Bar&Beer, en el que he colaborado con la info de los pubs, para publicarlo. La diferencia principal: las fotos son del menda, y todas ellas nocturnas (es lo que tiene ir de pubs cuando sales de currar...).
Para los que no tengáis la revista, allá va la info de los pubs más interesantes de la ciudad de Reading, una ciudad universitaria con negocios bursátiles y de IT en los alrededores al oeste de Londres que, como toda ciudad inglesa, siempre cuenta con unos cuantos pubs reseñables. Si queréis más info, leed la revista... Para ver donde se encuentran estos pubs, os dejo un planito casero de google maps.
Aunque solamente sea por matar un tiempo de espera al siguiente tren, este pub sito en una inmensa casa victoriana justo a la salida de la estación es un clásico en la ciudad. Pese a que ahora las lagers comerciales son la inmensa mayoría frente a unas pocas ales, si se busca un típico pub donde disfrutar de eventos deportivos éste es claramente la elección. Y no solamente de fútbol: camisetas y otro tipo de merchandising relacionado con el rugby pobla las paredes del local. No, el nombre no tiene relación con el precio que pudiese tener una cerveza siglos ha; es por el homónimo ensayo de Virginia Woolf.
La "cabeza del jamelgo" es probablemente el local con más variedad de ales de toda la ciudad; no en vano cuenta con doce pumps de ale, rotativos todos ellos (cada uno tiene un cartel con la cerveza pinchada y la que vendrá después ) y otras tantas sidras, a lo que se le añade un ambiente de lugareños probando cervezas y comentándolas con todo lujo de detalles. Algunas sopas y "pies" ayudan a alargar la estancia y probar su amplísimo stock, así como en caso de ser futbolero las grandes pantallas que probablemente desentonen un ápice con el espíritu de pub genuino que se le intuye de otros tiempos.
En una pequeña casa al más puro estilo inglés encontramos este diminuto bar que cuenta con excelentes sidras y unos pocos pumps. Al cálido ambiente que viene dado por su tamaño se le suma una gramola en la que los parroquianos eligen músicas melancólicas para ahogar en sus cervezas. Tiene además un precioso patio con largos bancos de madera al más puro estilo checo, además de una zona de sofás, excelente para pasar largas tardes de verano. Tienen como estrella la Old Rosie Scrumpy de Westons, recomendabilísima sidra para adentrarse en el particular mundo de las ciders inglesas.
Si bien es más un exquisito restaurante algo apartado de la ciudad donde se puede degustar genuina comida inglesa de alto nivel, cuenta con unos pocos grifos de pump ales para saciar la sed entre plato y plato. Las instalaciones, cuyo edificio principal fue en otros tiempos una fábrica de galletas, se completan con un antiguo barco atracado en la orilla del canal. Probablemente, uno de los restaurantes más interesantes de toda la ciudad en el que, pese a no ser un lugar cervecero por definición, se cuida también esa parte ofreciendo alguna pump apetecible.
Tras una minúscula fachada nos encontramos ante el pub más auténtico de Reading: pareja de dueños sacada del túnel del tiempo de los años sesenta, arcaica moqueta en todo el suelo, decoración algo descolorida en las paredes... En cuanto a cervezas, además de una buena selección de pumps cuenta con un respetable stock de belgas, poco habitual por aquellas latitudes. Al fondo, cuenta con otra sala en la que, aparte de poder degustar unos quesos ingleses, suele haber casi a diario un pequeño concierto. Si se va buscando el espíritu de los pubs de toda la vida, éste será una acertadísima elección.
El antiguo local de Hobgoblin del que solamente queda una pequeña pared pintada en el interior es una parada imprescindible en Reading. Cuenta con diez grifos de ales locales, todas ellas en pump, y un excelente surtido de sidras y perries (gravity todas ellas), lo cual le ha otorgado el premio de la CAMRA de Cider Pub del año 2012. Carteles de "por favor, no usen sus móviles", música heavie a moderado volumen y un empapelado de techo y paredes con posavasos digno de admiración de cualquier coleccionista hacen todavía más interesante la estancia y la degustación de sus buenas ales.
Este local es probablemente el mejor híbrido entre un pub de madera (reformado, eso sí) un poco a la vieja usanza con un restaurante de cómida orgánica donde destacan las ensaladas y los sempiternos estofados ingleses. Decoración muy cuidada, ambiente agradable... Y algunas ales estupendas en barril, como la Skinners Betty Stogs. Parada obligada si se quiera cenar con una buena cerveza en Reading, normalmente plagado de lugares de fast food.
En la esquina de un rehabilitado edificio de cierto valor histórico se encuentra este tranquilo pub, donde se puede degustar con toda la tranquilidad del mundo una cerveza de Sant Austell (pump, por supuesto) en sus mesas de madera, aunque las lager más comerciales son mayoría. El farolillo arcoiris corrobora su autoimpuesta etiqueta de pub gay de Reading. Para el buen tiempo, tiene una terraza con amplios bancos de madera con espectáculos musicales y barbacoas. Una visita obligada si se quiere atender a alguno de los numerosos eventos que allí organiza el colectivo LGBT.
La sucursal de este brewpub en Reading sigue al pie de la letra los estándares de sus otras sedes: amplios espacios, sofás cómodos, decoración moderna y toda la maquinaria de la fabricación a la vista, con lo que tubos de aluminio, fermentadores y grifos son la tónica. Su ale de mango, tremendamente fría en contraste con las pump de otros lugares, es tremendamente refrescante. Además, sus cervezas se pueden acompañar de comida mayoritariamente italiana, en especial proveniente del horno de leña del que no paran de salir pizzas. No dejar de bajar a los baños; esquemáticamente se puede ver el proceso de fabricación de cerveza diseñado con buen gusto.
En un alejado barrio en los que las casas no tienen más de dos plantas y se respira tranquilidad se encuentra este pequeño pub compuesto por dos salas, todas ellas de madera, donde se pueden encontrar unas pocas ales en pump y algunas lagers, y en el que el silencio solamente perturbado por las deliciosas conversaciones de los lugareños lo convierten en un remanso de paz. Recuerda un poco a cómo eran los pubs en los ochenta e incluso setenta. Por otro lado, cuenta normalmente con música en directo en una de las dos salas los sábados por la noche. Pese a estar apartado, merece una visita.
Situado en una gran casona victoriana, este pub inglés destaca por la oferta de cervezas, tanto ales como algunas marcas americanas (Sierra Nevada, Port Brewing...) y una más que recomendable cocina, todo ello en un ambiente lounge. Al estar en una zona donde proliferan las residencias universitarias, el ambiente es muy juvenil pero no desenfadado; ha sido remodelado recientemente, y ha pasado de ser un pub estudiantil barato a tener este estilo más moderno. Por otro lado, cuenta con dos estupendos beer gardens en los que disfrutar cuando llega el buen tiempo.
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