Cata de IPAs

Paso a reseñar el evento que tuvo lugar en Ocaña (Toledo), organizado en este caso por los buenos amigos de Yria en torno a un único tipo de cerveza, la IPA.

En primer lugar, unos "breves" apuntes sobre este tipo de cerveza. Allá por el siglo XVIII, los ingleses que habitaban en la India querían seguir bebiendo las cervezas que antaño degustaban en la Pérfida Albión, generalmente stouts, porters y dark ales (ésos eran los gustos ponderantes equivalentes a las pils de nuestros tiempos). Los fabricantes ingleses enviaban barriles de estas cervezas a la India, que llegaban tras un duro viaje en barco bordeando toda la costa africana (el atajo del canal de Suez no llegaría hasta un siglo después).

Está extendida la historia de que estas porter y demás cervezas se estropeaban, pero hay documentos que demuestran lo contrario, tirando por la borda (nunca mejor dicho) la teoría de que la IPA fue elaborada aposta para que se conservase durante el trayecto.

Un cervecero y brillante hombre de negocios de Londres, George Hodgson, propietario de la Bow Brewery, es considerado el "creador" de este estilo de cerveza. Dos hechos relativamente anecdóticos fueron el germen de este estilo:
- El East Indiamen, zona portuaria de la que partían los barcos rumbo la India, estaba cerquísima de la fábrica, con lo que los encargados de comprar la cerveza para embarcarla decidieron optar por el mínimo esfuerzo.
- Hodgson optó por vender una porter al uso de la época y una variación de su cerveza pale ale con más alcohol y más lúpulo, intentando que se acercase a los estándares de alcohol y sabor de las ya comentadas cervezas al uso, pero sin ser en absoluto una fórmula para nada novedosa. Las características del lúpulo como conservante natural, añadido al alcohol y a las condiciones de oscuridad y traqueteo de la bodega del barco, provocaron por fortuna un efecto similar al de un par de años en bodega, con lo que llegó a la India en unas condiciones idóneas y de ahí que gustase muchísimo.

No me he referido aún a su nombre: por ser una variación de la Pale Ale destinada a la India, se denominó India (o Indian) Pale Ale, comúnmente denominada por el acrónimo IPA.

Y pese a suponer una mínima cantidad de barriles enviados respecto a lo que se vendía en Londres para consumo local (9000 barriles respecto a la friolera de 2 millones), esta cerveza gustó tanto que los ingleses que retornaron a su tierra reclamaron esta cerveza, consiguiendo desde entonces un status importante dentro de los estilos cerveceros hasta nuestros días e incluso un auge los últimos digamos 10 años en Estados Unidos con la vorágine de creación de IPAs usando los radicales lúpulos americanos.

Después de esta "breve" explicación, pasamos a desarrollar la cata en sí.

Como fase inicial, comenzamos con un aperitivo de la casa: una Yria maridada con una gelatina elaborada con la propia mermelada Yria y una anchoa del Cantábrico. Ni qué decir tiene que si maridas comida que lleve la propia cerveza en su elaboración, el resultado será siempre satisfactorio en cuanto a lo bien que casen ambos. Ya he hablado de esta cerveza en anteriores post, por lo que no agregaré nada nuevo más que constatar de nuevo la buena espuma que genera en copa de cata respecto a otro tipo de vasos. Esta introducción sirvió para indicar los contenidos de la cata y una explicación del estilo.

Tras este jugoso preludio, arrancamos la cata en sí con una artesana italiana, la Machete double IPA del Birrificio del Ducato. Aprovecho lo de Double para indicar que se han empezado a extender de tal manera las IPAs que se usan etiquetas para diferenciar las más potentes o saturadas de lúpulo, apareciendo epítetos como doble, triple, imperial... que no vienen más que indicar que la carga de lúpulo es mayor (y generalmente, para compensar, más malta y alcohol) y que estamos ante un amargor muy alto (la otrora cota impensable de franquear de 100 IBUs ahora está más que superada).

La Machete es una cerveza muy compensada, ambarino/anaranjada, con una espuma persistente y muy hermosa, y balanceada en cuanto a lúpulo versus malta. Consigue pasar perfectamente de un inicio de fruta de hueso a un final seco, resinoso. Una buena cerveza de estos italianos de Emilia Romagna que llevan desde 2006 elaborando artesanas de calidad.

El maridaje en este caso fue el más pobre desde mi punto de vista: una gelatina de vainilla con aromas a cerveza bastante sosa, que sobre todo no llegaba en absoluto a la altura del sabor de la Machete.

Continuamos la cata con una cerveza inglesa, la Jaipur de Thornbridge. Se trata de una IPA suave, más del estilo inglés que de las IPAs americanas. Muy limpia, consigue entrar muy suave gracias a su toque meloso hasta terminar con cítricos y un amargor seco. Una IPA muy agradable y fácil de beber de esta espléndida cervecera inglesa, que tiene como 10 modelos de una elevada calidad. Varios de los mismos usan topónimos en su nombre, como la que nos atañe, que, como no podía ser menos, alude a la ciudad del Rajastán indio de Jaipur.

Combinamos esta cerveza con maki de salmón. Constatamos que, en efecto, el maridaje de IPA con sushi es perfecto, más si cabe si la IPA es radical y añadimos al sushi salsa de soja con una generosa cantidad de wasabi...

El siguiente paso ya nos llevó a la más rabiosa actualidad en cuanto a IPAs se refiere, Estados Unidos, siendo para mí un referente mundial de cerveza artesana, particularmente de el estilo que nos concierne en esta cata. La cerveza en este caso fue una Crooked Tree (árbol retorcido) de la cervecera de Dark Horse. Ubicada en la pequeña ciudad de Kalamazoo (Michigan), hogar de la también excelente Bells, se trata de un grupo de jóvenes locos norteños que sacan al mercado cervezas muy arriesgadas (probablemente ésta que nos atañe sea la más "normal") pero de gran calidad (como la bendita Reserve Special Black Ale).

Pudimos constatar la similitud de la Machete con las cervezas americanas de hoy en día por el tremendo parecido entre la propia italiana y la Crooked Tree, con cuerpos muy similares y si acaso algún toque final un poco más radical en la americana en cuanto a lúpulos se refiere.

El maridaje consistió en un unos rollitos de primavera vegetales, los cuales, de nuevo con la salsa de soja, combinaron a las mil maravillas con la IPA yankee.

El probable plato fuerte de la jornada vino con una segunda cerveza estadounidense, la Cigar City Jai Alai. Primer puesto en mi particular podio del mes de enero, añadiré simplemente que el plato que la acompañó fue unos noodles con pollo y verduras, excelentes para ir limpiando y no saturarse de los riquísimos lúpulos que lleva esta grandiosa cerveza de Florida.

Para terminar, una cerveza muy especial: Marina the Grim North. Se trata de una colaboración entre la amigable cervecera gerundense de Blanes con la Steel City Brewing, del británico condado cervecero de Yorkshire (concretamente, Sheffield). Lo que empezó con una charleta al calor de unas cervezas acabó en una colaboración que ha dado como resultado esta Black IPA (pese a la contradicción de tener una Ale pálida negra, se usa este apelativo para referirse a las cervezas con cuerpo, aromas y carga de lúpulo de una IPA pero con maltas más tostadas que aportan el color negro).

Usando lúpulos oceánicos (el Galaxy australiano y el Super Alpha neozelandés), esta "maldito viento del norte" (el nombre hace referencia al mal clima de la región) nos deja un sabor inicial a café como buena stout para pasar a los matices de lúpulos a los que no estamos acostumbrados, apareciendo sabores cítricos y relativamente suaves en comparación con los americanos de cervezas anteriores de la cata.

Por fortuna, pese a no ser un postre demasiado idóneo para maridar con esta cerveza (desde mi punto de vista, por el carácter tostado y de café le pegaba algo de chocolate cuanto más puro mejor), la tartaleta de bizcocho con crema de horchata y espuma de cerveza fue lo mejor de la jornada en cuanto a comida se refiere.




















Para terminar, un paseo por Ocaña en buena compañía. Una estupenda tarde de domingo...