De cervezas en la U. S. Embassy

La semana pasada tuve la suerte de estar invitado a un evento cervecero en un lugar muy especial: la casa del embajador de Estados Unidos. El motivo: fomentar y publicitar la cerveza artesana estadounidense, que si ya de por sí va poco a poco gozando de un buen número de adeptos en nuestros lares, parece ser que algunas cerveceras van viendo el filón que tienen en Europa en general y en la península en particular.

En efecto, hasta las servilletas llevan impreso el escudo...

Tras una charla protocolaria, con alguna que otra anécdota cervecera, por parte del embajador, fuimos probando una serie de cervezas estadounidenses mientras Andreas Fält, conocido como "embajador de la cerveza artesana americana", y Robert Merryman nos iban aportando estadísticas y comentarios de las propias cervezas, amenizadas (bajo ningún criterio de maridaje, pero sin duda alguna de calidad) con canapés de todo tipo, probablemente de la cocina de la embajada.

Dado que era una invitación y por el lugar y la excelente compañía (blogueros, productores, etc), no podemos emitir queja alguna; sin embargo, he de decir que no fue una degustación espectacular si a las cervezas y sus explicaciones nos atenemos. En cuanto a esto último, ninguno de los presentes se bebía su primera cerveza yankee, por lo que ciertos conceptos, útiles por supuesto, ya eran conocidos por todos y no requerían ser explicados. Y en lo que respecta a la cerveza, para nada fue una selección de lo más granado del país, sino que un poco de las marcas que más llegan a Europa.

Las cervezas que nos bebimos fueron las siguientes:

- Goose Island 312 Urban Wheat Ale. Si bien es una de las más normalitas de la cervecera de Chicago, en mi caso era la primera que tomaba. Más que aceptable Witbier.



- Rogue John John Juniper Ale. Curiosa ale elaborada con enebro y pepino. Salvando las distancias, cierto recuerdo a un gin tonic... Ni de lejos lo mejor de estos prolíficos cerveceros de Oregon.

- Ballast Point Calico Amber Ale. Algún toque floral y final de lúpulo para una cerveza relativamente simple... No es de lo mejor que se hace en San Diego.



-  Flying Dog Doggie Style Classic Pale Ale. Esta cerveza contiene contiene los dos puntos básicos de esta cervecera de Denver: etiqueta impactante de Ralph Steadman y nombre transgresor (más o menos, quiere decir la postura del perrito). No es tampoco de lo más destacable de su portfolio (me quedo con Gonzo, Kerberos...)

- Chatoe Rogue Dirtoir Black Lager. Volvemos a Rogue con una Schwartz aceptable, pero tampoco para tirar cohetes. Dónde quedan esas Hazelnut, y otras grandes cervezas de Rogue...



- Rogue Morimoto Imperial Pilsner. Cerveza dulzona, ni Pilsner ni ya digamos Imperial Pilsner... Afortunadamente, me pude quedar con la botella, que más que probablemente use alguna que otra vez de growler.

- Green Flash Double Stout. Ya conocía esta cerveza. Sin ser de las mejores de la cervecera de San Diego (¿por qué no meterían una de sus geniales ales al principio?), fue una de las mejores de la velada.



El "postre" vino en forma de dos cervezas que no estaban anunciadas: la SKA Buster Nut Brown Ale, con un ligero toque de malta y nuez, y la Uinta Organic Wyld, una pale ale aceptable.

Lo mejor del día, el tercer tiempo de cervezas con los asistentes al evento. Irreale, Animal, Kloster... Mejores cervezas que en la embajada, ambiente más distendido y la gracia de estar de cervezas con gente con la que ya has coincidido alguna vez, pero en este caso con media etiqueta (es lo que tiene ir a la embajada).

Esperemos de todas todas que esto abra la mente de muchas cerveceras estadounidenses y apuesten por traer sus cervezas por aquí. Todos saldremos ganando...