Con cierto retraso debido a viaje de placer, que se verá adecudamente reflejado en el siguiente post, paso a hablar de mi podio cervecero del mes pasado, difícil de elaborar por las grandes cervezas que he tenido la suerte de probar por vez primera o, en algunos casos, de volver a degustar tras cierto tiempo.
Sin más dilaciones, vamos allá.
- Birra del Borgo/Dogfish Head My Antonia
Esta colaboración en la cervecera de Delaware, ese microestado del norte de la costa este yankee, y la cervecera de Borgorose, en Rieti (centro de Italia, cerca de Roma), se merece por su calidad y cierta originalidad el bronce del mes.
Como ya comentaba por encima en el post de ventas de las micros americanas, Dogfish Head nació en una pequeña población del estado de Delaware en 1995 como una pequeñisima micro y con idea de un brewpub donde dar rienda suelta a sus excéntricas ideas de cerveceros (presumen de haber intentado mezclar de todo en sus cervezas). Su nombre, la cabeza de un dogfish, hace referencia a un pequeño escualo que prolifera en las aguas de Delaware y que, según cuentan los pescadores de langostas de la zona, muy típicas de la región, aparecen más veces en sus reteles que los esperados crustáceos...
El éxito de sus cervezas fue creciendo, y ahora están ubicados en Milton, en una extensa planta donde elaboran la friolera de 170000 hectólitros anuales. Sus años de experiencia y las numerosas experimentaciones en la fabricación de cervezas han hecho que manejen maravillosamente el uso del lúpulo, y sus IPAs de muchos IBUs son excelentes, como tuve la suerte de comprobar el año pasado.
Leonardo di Vincenzo, tras unos años de fabricación casera y descubrimiento de cervezas viajando por los "grandes clásicos" (Alemania, Bélgica e Inglaterra), decidió "liarse la manta a la cabeza" e iniciar el proyecto de Birra del Borgo (Borgo es apócope de Borgorose, el pueblecito donde se ubica la fábrica). Sus botellas, deliciosamente diseñadas (tengo predilección por los formatos de vidrios italianos, qué le voy a hacer), contienen sabrosas ales que llamaron la atención del gurú de Baladin y, por ende, de Sam Calagione, presidente de Dogfish Head, lo que llevó a la gestación de la cerveza My Antonia.
Esta cerveza, cuyo nombre hace referencia a la novela de Willa Cather, se trata de una Imperial Pils (qué manía de ponerle la etiqueta imperial a todo: una Pils con un extra de malta que por tanto tiene más alcohol que una Pils normal, y ya está) pero con una generosa dosis de lúpulo, lo que le aporta una delicioso aroma inicial. Empieza como una Pils un poco más maltosa de lo normal, para ir desvaneciéndose poco a poco el sabor a cereal y terminar con una suave dosis de sabores cítricos y resinosos de las IPAs americanas. Color ambarino, muy limpio, y con espuma densa y consistente. Una grata sorpresa para tratarse de una Pils, puesto que este estilo no se suele salir de un patrón bastante concreto, que puede gustar o no (por mi parte, salvo las honrosísimas excepciones checas, no suelo ser un devoto de este estilo).
- Uerige Doppel Sticke
Esta Altbier de Düsseldorf ocupa (y por poco no conquista el oro) el segundo cajón del medallero.
Zum Uerige, fundada hace 150 años en el casco viejo (Altstadt) de la ciudad de Düsseldorf, debe su nombre a su propietario inicial, que tenía de huraño y áspero, ganándose así el apodo de uerig (extraño en dialecto local) y de ahí Zum Uerige (castizamente, algo así como "En ca'l raro"). Esta cervecería fabrica, desde mi punto de vista, el paradigma de las Altbier alemanas.
Este peculiar estilo comenzó a llamarse así por ser las cervezas fabricadas "a la antigua" ante la avalancha de lagers que empezaron a llegar de otras regiones (no en vano, Alt significa antiguo, viejo en alemán). Se trata de una cerveza tipo ale con grandes cantidades de malta, pero elaborada a baja temperatura (es lo que tiene Düsseldorf, que hace fresquito...). Tuve la fortuna de probar in situ las Alt de Uerige, Schlüssel y Fuchsen, y es un viaje que todo cervecero ha de hacer una vez en su vida, aun más si se junta con el otro estilo "local" de la ciudad cercana de Köln (Colonia), el Kölsch.
El modelo que nos atañe, Doppelsticke, viene a ser una variedad "radical" de la Alt normal. La hermana pequeña, la Sticke (traducido, algo así como "secreto"), se comenzó a elaborar metiéndole más lúpulo para cuadrar una cerveza a la que por azar le había tocado más malta de lo normal (la unidades de medida no eran especialmente exactas). El resultado gustaba mucho a los consumidores, tanto que se llegó a a posta,; se sacaba muy poca al año y las fechas en las que salían al mercado eran casi secretas, de ahí el nombre. Doppelsticke es a la Sticke lo que la Doppelbock es a la Bock, otra vuelta de tuerca, con más malta y más lúpulo...
La cerveza en sí es muy oscura, más que cualquier Alt normal que venga a la cabeza, y con una espuma muy cremosa. La fuerte carga maltosa está muy bien compensada por el lúpulo, predominando sabores a caramelo e incluso ahumado y terminando además con un sabor seco pero muy agradable. Una gran cerveza...
- Mikkeller / Three Floyds Boogoop
De nuevo una colaboración figura en la terna de este mes, en este caso de dos reputadas cerveceras a nivel mundial.
Mikkeller, fundada en Copenhague en 2006 por dos apasionados cerveceros, Mikkel Borg Bjergsø y Kristian Klarup Keller (por si hay alguna rubia en la sala, sin que se me enfade: Mikkel + Keller = Mikkeller), cambió por completo el panorama cervecero danés fabricando sus cervezas en formato "nómada" al no tener fábrica propia, y ahora es considerada una de las más afamadas fábricas de cerveza del mundo. Bajo mi punto de vista, ese cartel está bien ganado gracias a cervezones que han conseguido (alguna de sus stout, por ejemplo), pero por contra dicho caché les da pie a sacar al mercado dudosos experimentos, como su saga single hop.
Three Floyds, ahora mismo una de las micros top en Estados Unidos (echadle si no un ojo al top yankee de ratebeer), fue fundada en 1996 en Hammond (Indiana) por los hermanos Nick y Simon y su padre, Mike Floyd (exacto, dos más uno igual a three Floyds, no se estrujaron demasiado las meninges eligiendo el nombre). Empezando con métodos muy caseros, consiguieron darse a conocer hasta tener que mudarse en el año 2000 a unas instalaciones mayores en Munster (también Indiana), su actual ubicación.
Su cerveza estrella, la Dark Lord, sale a la venta anualmente el último sábado de abril; era tal la demanda y los disturbios que se provocaban, que tuvieron que organizar el Dark Lord Day, un día festivo con conciertos y demás y con compra anticipada de entradas. A ver si consigo probarla y el bombo y platillo de esta cerveza es merecido...
La Boogoop, cuarta colaboración de Mikkeller y Three Floyds tras las Hvedegoop, Havregoop y Ruggoop, es como las tres anteriores una barley wine. Mientras que las anteriores eran de trigo, avena y centeno, respectivamente, ésta es de trigo sarraceno. Probablemente lo único que aporte esta planta es la generación de espuma, verdaderamente intensa. En cuanto al sabor, no se acerca para nada a las barley wines al uso alcoholizadas y sin gas que se puedan tener de referencia; tiende más a ser una strong ale, con un color ambarino, muy aceitosa y con aromas de frutas de hueso y cítricos. Y pese a tener bastante graduación, se bebe estupendamente. A ver si consigo probar más variedades de ___goop...
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Se quedan en diploma olímpico cervezas probadas en el Barcelona Beer Festival, como Dougall's 942, de Molen Weer&Wind y Popaire Tramuntana, y alguna otra gran cerveza que he probado ya varias veces y me sigue encantando, como Struise Black Damnation IV, Samuel Smith's Stingo y Westvleteren 12 (y no necesariamente en este orden).
(1) Foto tomada de findthebest
(2) Foto tomada de wateronline
(3) Foto tomada de eventbrite
Sin más dilaciones, vamos allá.
- Birra del Borgo/Dogfish Head My Antonia
Esta colaboración en la cervecera de Delaware, ese microestado del norte de la costa este yankee, y la cervecera de Borgorose, en Rieti (centro de Italia, cerca de Roma), se merece por su calidad y cierta originalidad el bronce del mes.
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El éxito de sus cervezas fue creciendo, y ahora están ubicados en Milton, en una extensa planta donde elaboran la friolera de 170000 hectólitros anuales. Sus años de experiencia y las numerosas experimentaciones en la fabricación de cervezas han hecho que manejen maravillosamente el uso del lúpulo, y sus IPAs de muchos IBUs son excelentes, como tuve la suerte de comprobar el año pasado.
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Esta cerveza, cuyo nombre hace referencia a la novela de Willa Cather, se trata de una Imperial Pils (qué manía de ponerle la etiqueta imperial a todo: una Pils con un extra de malta que por tanto tiene más alcohol que una Pils normal, y ya está) pero con una generosa dosis de lúpulo, lo que le aporta una delicioso aroma inicial. Empieza como una Pils un poco más maltosa de lo normal, para ir desvaneciéndose poco a poco el sabor a cereal y terminar con una suave dosis de sabores cítricos y resinosos de las IPAs americanas. Color ambarino, muy limpio, y con espuma densa y consistente. Una grata sorpresa para tratarse de una Pils, puesto que este estilo no se suele salir de un patrón bastante concreto, que puede gustar o no (por mi parte, salvo las honrosísimas excepciones checas, no suelo ser un devoto de este estilo).
- Uerige Doppel Sticke
Esta Altbier de Düsseldorf ocupa (y por poco no conquista el oro) el segundo cajón del medallero.
Zum Uerige, fundada hace 150 años en el casco viejo (Altstadt) de la ciudad de Düsseldorf, debe su nombre a su propietario inicial, que tenía de huraño y áspero, ganándose así el apodo de uerig (extraño en dialecto local) y de ahí Zum Uerige (castizamente, algo así como "En ca'l raro"). Esta cervecería fabrica, desde mi punto de vista, el paradigma de las Altbier alemanas.
Este peculiar estilo comenzó a llamarse así por ser las cervezas fabricadas "a la antigua" ante la avalancha de lagers que empezaron a llegar de otras regiones (no en vano, Alt significa antiguo, viejo en alemán). Se trata de una cerveza tipo ale con grandes cantidades de malta, pero elaborada a baja temperatura (es lo que tiene Düsseldorf, que hace fresquito...). Tuve la fortuna de probar in situ las Alt de Uerige, Schlüssel y Fuchsen, y es un viaje que todo cervecero ha de hacer una vez en su vida, aun más si se junta con el otro estilo "local" de la ciudad cercana de Köln (Colonia), el Kölsch.
El modelo que nos atañe, Doppelsticke, viene a ser una variedad "radical" de la Alt normal. La hermana pequeña, la Sticke (traducido, algo así como "secreto"), se comenzó a elaborar metiéndole más lúpulo para cuadrar una cerveza a la que por azar le había tocado más malta de lo normal (la unidades de medida no eran especialmente exactas). El resultado gustaba mucho a los consumidores, tanto que se llegó a a posta,; se sacaba muy poca al año y las fechas en las que salían al mercado eran casi secretas, de ahí el nombre. Doppelsticke es a la Sticke lo que la Doppelbock es a la Bock, otra vuelta de tuerca, con más malta y más lúpulo...
La cerveza en sí es muy oscura, más que cualquier Alt normal que venga a la cabeza, y con una espuma muy cremosa. La fuerte carga maltosa está muy bien compensada por el lúpulo, predominando sabores a caramelo e incluso ahumado y terminando además con un sabor seco pero muy agradable. Una gran cerveza...
- Mikkeller / Three Floyds Boogoop
De nuevo una colaboración figura en la terna de este mes, en este caso de dos reputadas cerveceras a nivel mundial.
Mikkeller, fundada en Copenhague en 2006 por dos apasionados cerveceros, Mikkel Borg Bjergsø y Kristian Klarup Keller (por si hay alguna rubia en la sala, sin que se me enfade: Mikkel + Keller = Mikkeller), cambió por completo el panorama cervecero danés fabricando sus cervezas en formato "nómada" al no tener fábrica propia, y ahora es considerada una de las más afamadas fábricas de cerveza del mundo. Bajo mi punto de vista, ese cartel está bien ganado gracias a cervezones que han conseguido (alguna de sus stout, por ejemplo), pero por contra dicho caché les da pie a sacar al mercado dudosos experimentos, como su saga single hop.
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Su cerveza estrella, la Dark Lord, sale a la venta anualmente el último sábado de abril; era tal la demanda y los disturbios que se provocaban, que tuvieron que organizar el Dark Lord Day, un día festivo con conciertos y demás y con compra anticipada de entradas. A ver si consigo probarla y el bombo y platillo de esta cerveza es merecido...
La Boogoop, cuarta colaboración de Mikkeller y Three Floyds tras las Hvedegoop, Havregoop y Ruggoop, es como las tres anteriores una barley wine. Mientras que las anteriores eran de trigo, avena y centeno, respectivamente, ésta es de trigo sarraceno. Probablemente lo único que aporte esta planta es la generación de espuma, verdaderamente intensa. En cuanto al sabor, no se acerca para nada a las barley wines al uso alcoholizadas y sin gas que se puedan tener de referencia; tiende más a ser una strong ale, con un color ambarino, muy aceitosa y con aromas de frutas de hueso y cítricos. Y pese a tener bastante graduación, se bebe estupendamente. A ver si consigo probar más variedades de ___goop...
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Se quedan en diploma olímpico cervezas probadas en el Barcelona Beer Festival, como Dougall's 942, de Molen Weer&Wind y Popaire Tramuntana, y alguna otra gran cerveza que he probado ya varias veces y me sigue encantando, como Struise Black Damnation IV, Samuel Smith's Stingo y Westvleteren 12 (y no necesariamente en este orden).
(1) Foto tomada de findthebest
(2) Foto tomada de wateronline
(3) Foto tomada de eventbrite
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