Este mes vamos con un retraso imperdonable... Achaquémoslo a los calores veraniegos.
Lo más destacado del mes viene por un viajecito a tierras bávaras más o menos clónico al que ya hiciera el año pasado y del que contaremos algo más en lo sucesivo. Como me era imposible seleccionar solamente tres, me tomo la licencia de apuntar unas cuantas.
Una de las muestras de que las clásicas Rauch puras, con el humo de haya bien persistente, no son exclusivas de Bamberg. En la pequeña villa de Weiher, muy cerca de Bamberg eso sí, se encuentra esta cervecera desde 1835, que presume de seguir a rajatabla la archiconocida Reinheitsgebot. La Weiherer se trata de una Rauch un tanto ambarina oscura, donde las maltas de sabor a pan dulzón típicas (Caramalt y Carapils) se integran con el ahumado maravillosamente.
En la pequeñísima Hetzelsdorf se encuentra esta fábrica, que además es una típica Gasthof (casa de huéspedes, con sitio para dormir y para comer), desde 1820. Vollbier ("cerveza entera") es una categoría genérica en toda Alemania a nivel de tasas: contiene entre un 11 y 14% de malta plato, y aunque generalmente se la asocia a Helles, abarca más estilos (Pils, Weiss...). La Hetzelsdorfer está a caballo entre Helles y Dunkel por su aspecto y también su sabor, pero se nota en ella el hecho de ser Vollbier porque la presencia del sabor a malta es espectacular. Cerveza de trago largo muy bien acabada.
Por si alguien no sabe todavía de nuestro querido "cojitranco", aquí podéis leer algo que escribí en su momento. Si bien estamos acostumbrados a la Märzen por estos lados, la Urbock (que vendría a ser algo así como la bock original) es una versión tirando a Doppelbock mucho más oscura y sabrosa, y además el poder disfrutarla directamente del Holzfass (grifo de barril de madera) servido directamente inclinando el barril, sin gases añadidos, es una delicia.
A unos kilómetros de Bamberg encontramos una casona donde se sirven una comida tradicional francona excelente, la Drei Kronen (tres coronas). Allí hay un maestro cervecero que se codea con la flor y nata de la cerveza europea (colabora con de Molen, Närke...) y que elabora cervezas de estilos fuera de los tradicionales alemanes (stouts, porters, IPAs...). En este caso aquí destaco su Kellerbier, para nada ortodoxa, pero exquisita: un toque más maltoso dulzón, algo menos de espuma de lo habitual (probablemente no sea ungespundetes), color anaranjado y un final un tanto cítrico. Un gran lugar para peregrinar...
Y aquí sí que tenemos una Keller de libro. Elaborada en las montañas de Forchheim (donde se celebra nuestro querido Annafest) desde 1516 (aunque en aquel momento la cervecera se llamaba Schwarzer Adler, Águila Negra, que aún conserva en su escudo), esta lager se deja fermentar durante meses en barricas con temperaturas bajas y con el barril sin tapón (ungespundetes, "sin tapar"), con lo que finalmente guarda poco gas, y predomina la malta y una exquisita levadura. Con la Eichhorn, además, tenemos un poco más de malta y finalmente graduación, lo que lo hace una Keller tremendamente apetecible.
Muy cerca de Forchheim se encuentra esta cervecera, operativa desde 1422, donde por aquel entonces proveía de cerveza al Conde de Kulmbach, que es el que aparece en su escudo, y en manos todavía de la familia Rittmayer desde que Georg la fundara. 35000 hectolitros anuales salen de sus fermentadores en la actualidad, todos ellos con Tettnanger (lúpulo del sur de Baviera). Su Smokey George es una cerveza ahumada pero con una gran diferencia respecto de las clásicas Rauch; en lugar de malta secada con humo de hojas de haya, usa turba escocesa, lo que le aporta un aroma que recuerda a los whiskeys Islay escoceses. Pese a este teórico punto más seco y amargo, está bien balanceada con el uso de otras maltas. Islay en Franconia, quién lo iba a decir...
En un minúsculo pueblo al este de Bamberg se fabrican cervezas de estilos tradicionales francones desde 1965, año en que Michael Grasser la fundó. La cerveza Zwickel es básicamente una variante más gasificada de las Keller, principalmente porque no se destapa el barril. Su nombre (originariamente zwickl) proviene de un pequeño grifo que hay en los laterales de los barriles para ir probando la cerveza mientras se fermenta, y en cuanto dicha fermentación termina, se sirve directamente en lugar de conservarla en barriles como la Keller. Por eso su espuma es generosa, y no tiene mucho lúpulo, así que no tiene demasiado tiempo de vida. la Huppendorfer cumple a rajatabla estas características, presentando un sabor hasta un tanto picante muy peculiar.
- Altstadthof Schwarzbier
Y uno de los estilos más clásicos y oscuros de Baviera no podía faltar. Esta lager oscura realmente la bordan en el Altstadthof ("el patio de la ciudad vieja") de Núremberg. Ya hablaremos de este lugar en sucesivos posts... Dicha cerveza, pese a ser una lager, tiene tanta carga de malta rostizada que nos recuerda a una stout suave, muy sedosa, y sin empalagar. Y si encima se pueden comprar botellas para beber en modo semi-botellón en una plaza próxima al castillo, todavía saben mejor.
Volveremos al clásico triplete/triunvirato el mes que viene. Pero este mes tocaba Alemania...
Y uno de los estilos más clásicos y oscuros de Baviera no podía faltar. Esta lager oscura realmente la bordan en el Altstadthof ("el patio de la ciudad vieja") de Núremberg. Ya hablaremos de este lugar en sucesivos posts... Dicha cerveza, pese a ser una lager, tiene tanta carga de malta rostizada que nos recuerda a una stout suave, muy sedosa, y sin empalagar. Y si encima se pueden comprar botellas para beber en modo semi-botellón en una plaza próxima al castillo, todavía saben mejor.
Volveremos al clásico triplete/triunvirato el mes que viene. Pero este mes tocaba Alemania...
Envidia mayúscula, David :-). Éstos son los detalles que hacen imprescindible visitar Alemania. No quiero imaginarme, fuera de este extenso podio, todo lo que habrás tomado por allí. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarObviamente, cayeron unas pocas más... Definitivamente, Franconia rules!!! Abrazos!
ResponderEliminarEnvidia de viaje y envidia de buenas cervezas. Me hubiera parecido raro que las cervezas alemanas faltaran en tu podium mensual.
ResponderEliminarMi enhorabuena y un abrazo.
Tiré por la línea fácil, Jose :). Y claro, estas joyas franconas realmente merecen la pena...
EliminarUn abrazo!
WOOOOOOWOWOWOWOWWOOOOOOOOOOOOOWW!!!
ResponderEliminarENVIDIA MODO SUPER ON: ACTIVATED
JAJAJA, ME HA GUSTADO MUCHO EL POST DAVID, MUCHAS REFERENCIAS TOTALMENTE DESCONOCIDAS POR ESTOS LARES PERO MUY BIEN EXPLICADAS. ME HA GUSTADO MUCHO TODAS LAS TRADUCCIONES Y EXPLICACIONES QUE HAN HECHO DE ESTE POST UN DELEITE PARA MIS NEURONAS.
EXCELSIOR!!
Gracias, gracias, que me ruborizo!! :D
EliminarBufff!!! Qué envidia esa Rittmayer... menuda pintaca!!! En fin, si os la traeis a la tienda ya me estáis guardando alguna, jejeje!
ResponderEliminarSuscribo elogios hacia esas Schlenkerla, Drei Kronen, Huppendorfer y Alstadthof. Qué cervezones!!! De las Weiherer probamos otra, la Lager, y también nos gustó mucho, justísima de carbonatación, lúpulo noble muy destacable... realmente muy recomendable.
A ver si nos cuentas bien pronto alguna batallita del viaje... Un abrazo!
"A ver si nos cuentas bien pronto alguna batallita del viaje... Un abrazo!"
EliminarLo mismo digo!! Debes de estar preparando un post que deja en ridículo el libro gordo de Petete... :D
Hola David
ResponderEliminarPodría facilitarme su correo-electrónico? madrid@fitagency.com
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un cordial saludo
David Torres