Recibí hace unos días noticias de las buenas gentes del BBF y hago caso de su petición: escribir una serie de líneas sobre cómo sería un festival ideal para mí y, en la medida de las posibilidades, adaptarlo al próximo BBF. Allá vamos.
Por lo pronto, he de decir que tengo ganas de escribir un post de corrido, así que todas las "apetencias" de mi idílico festival que me vengan a la cabeza las voy a ir soltando. Que sean sin ton ni son, puede, pero al menos espero sacar una idea final más o menos concreta...
De primeras, he de decir que me suele llamar más como tal la feria respecto al festival. Por costumbre, la feria es un evento donde hay múltiples puestos, cada uno con los fabricantes de la cerveza ofreciendo sus caldos y los datos que se quieran preguntar sobre ellos; el festival, sin embargo, tiene digamos un puesto único donde figuran múltiples barriles de diferentes cerveceras dirigidos por la organización. La ventaja ostensible del festival es la variedad y la rotación de las cervezas, pero me suelo decantar por la posibilidad de departir con los cerveceros, en algunos casos amigos. ¿Solución? Intentar tener en las proximidades de la barra a los cerveceros cuyas cervezas estén en ese momento pinchadas. No es lo mismo, pero es similar...
En cuanto a la selección de cervezas, a los que nos encanta probar cosas nuevas y estudiar al milímetro la lista de birras disponibles para prepararnos, al menos en parte, un "menú" a degustar, nos gusta tener todo disponible en el momento. Como esto en el BBF será imposible, un buen panel informativo con el scheduling de las birras estaría muy bien para hacernos una idea. O al menos, tener como en algunos pubs la información en cada grifo de cuál será la siguiente que se va a pinchar cuando se termine el barril... Y si ya hay un pantallón que anuncie con bombo y platillo que en el grifo X se va a empezar a pinchar la birra Y, además de cualquier evento programado que vaya a tener lugar, ¡perfecto!
Para la barra de cervezas, ya que ha salido a colación por los carteles de información de cada barril, se agradecería una ficha de información debajo y una imagen de la cerveza. Es mucho más fácil de retener una que te guste si además te entra la imagen en la cabeza... Y, nota importante: como este festival no es del CAMRA y se tomarán las cervezas del tiempo, me gusta que una pale ale esté más fría que una Imperial Stout cuando la voy a beber, así que tener los barriles a diferentes temperaturas según la cerveza sería una gran idea.
Y esa cerveza ha de ir en un vaso/copa/recipiente... La experiencia me dice que lo ideal sería tener un vaso relativamente universal, como podría ser el clásico de pinta inglesa. Evidentemente, eso es una dosis excesiva en algunos casos, pero no en otros, por lo que en mi festival ideal el vaso vendría con varias marcas, al menos cuarto de pinta, media pinta y pinta entera. Así, me puedo pedir un cuarto de pinta de petróleo de barrica, media pinta de sour brett-destroyer y una pintaza por su sitio de una pale ale refrescante. Y por supuesto, un buen sistema de lavado de vasos; el ideal, uno debajo de cada grifo y que la organización lo lave antes de servir la cerveza.
El emplazamiento: me gustan los sitios abiertos, aunque cuentan con la casuística del clima; para curarnos en salud, un espacio amplio con zonas de pie, zonas de mesas altas (con o sin sillas) y unas mesas bajas para poder tomar algo de comer tranquilamente sería lo ideal. Y no soy de música en directo o de DJ's, con una buena playlist me vale; me estomaga que durante un evento de este tipo me tenga que poner a dar voces para hablar con alguien, ya sea con la frescura que se lleva al mediodía o con la pseudo (o total) caraja de la última hora. Si quiero ver música en directo me voy a un concierto...
Hablando de comida, mi ideal sería tener disponible diferentes platos (sencillos o no) que mariden adecuadamente con las cervezas presentes. Incluso si cuando una cerveza nueva se pincha se indica con qué sería bueno maridarla de la comida presente, mejor que mejor.
Por último, como no sólo de beber y probar birras nuevas vive el hombre, el festival ideal debería tener eventos paralelos. Charlas-coloquios de todo tipo, con alguno de los fabricantes foráneos que esté de visita; alguna presentación de cerveceras en ciernes; catas maridajes completas, de las que hacen que vayamos grabando sensaciones y las detectemos automáticamente las sucesivas veces... Pero si de un evento tengo ganas, es la de una charla más o menos técnica de defectos y contaminaciones en la cerveza: excesivas oxidaciones, sabores metálicos, dimetilos y contaminaciones en general, y todo ello, a ser posible, con cata práctica ("la de la izquierda, una cerveza con este defecto, y la de la derecha, una muy similar que no lo tiene"), todo ello, claro está, sin necesidad de poner nombre a las cervezas...
En definitiva, esperamos que lo que se atisbó el año pasado en su primera edición se corrobore en ésta.
Por lo pronto, he de decir que tengo ganas de escribir un post de corrido, así que todas las "apetencias" de mi idílico festival que me vengan a la cabeza las voy a ir soltando. Que sean sin ton ni son, puede, pero al menos espero sacar una idea final más o menos concreta...
De primeras, he de decir que me suele llamar más como tal la feria respecto al festival. Por costumbre, la feria es un evento donde hay múltiples puestos, cada uno con los fabricantes de la cerveza ofreciendo sus caldos y los datos que se quieran preguntar sobre ellos; el festival, sin embargo, tiene digamos un puesto único donde figuran múltiples barriles de diferentes cerveceras dirigidos por la organización. La ventaja ostensible del festival es la variedad y la rotación de las cervezas, pero me suelo decantar por la posibilidad de departir con los cerveceros, en algunos casos amigos. ¿Solución? Intentar tener en las proximidades de la barra a los cerveceros cuyas cervezas estén en ese momento pinchadas. No es lo mismo, pero es similar...
En cuanto a la selección de cervezas, a los que nos encanta probar cosas nuevas y estudiar al milímetro la lista de birras disponibles para prepararnos, al menos en parte, un "menú" a degustar, nos gusta tener todo disponible en el momento. Como esto en el BBF será imposible, un buen panel informativo con el scheduling de las birras estaría muy bien para hacernos una idea. O al menos, tener como en algunos pubs la información en cada grifo de cuál será la siguiente que se va a pinchar cuando se termine el barril... Y si ya hay un pantallón que anuncie con bombo y platillo que en el grifo X se va a empezar a pinchar la birra Y, además de cualquier evento programado que vaya a tener lugar, ¡perfecto!
Qué mejor reutilización de un coso taurino que beber birras. Éste será el recinto del BBF en 2013... |
Y esa cerveza ha de ir en un vaso/copa/recipiente... La experiencia me dice que lo ideal sería tener un vaso relativamente universal, como podría ser el clásico de pinta inglesa. Evidentemente, eso es una dosis excesiva en algunos casos, pero no en otros, por lo que en mi festival ideal el vaso vendría con varias marcas, al menos cuarto de pinta, media pinta y pinta entera. Así, me puedo pedir un cuarto de pinta de petróleo de barrica, media pinta de sour brett-destroyer y una pintaza por su sitio de una pale ale refrescante. Y por supuesto, un buen sistema de lavado de vasos; el ideal, uno debajo de cada grifo y que la organización lo lave antes de servir la cerveza.
El emplazamiento: me gustan los sitios abiertos, aunque cuentan con la casuística del clima; para curarnos en salud, un espacio amplio con zonas de pie, zonas de mesas altas (con o sin sillas) y unas mesas bajas para poder tomar algo de comer tranquilamente sería lo ideal. Y no soy de música en directo o de DJ's, con una buena playlist me vale; me estomaga que durante un evento de este tipo me tenga que poner a dar voces para hablar con alguien, ya sea con la frescura que se lleva al mediodía o con la pseudo (o total) caraja de la última hora. Si quiero ver música en directo me voy a un concierto...
Hablando de comida, mi ideal sería tener disponible diferentes platos (sencillos o no) que mariden adecuadamente con las cervezas presentes. Incluso si cuando una cerveza nueva se pincha se indica con qué sería bueno maridarla de la comida presente, mejor que mejor.
Por último, como no sólo de beber y probar birras nuevas vive el hombre, el festival ideal debería tener eventos paralelos. Charlas-coloquios de todo tipo, con alguno de los fabricantes foráneos que esté de visita; alguna presentación de cerveceras en ciernes; catas maridajes completas, de las que hacen que vayamos grabando sensaciones y las detectemos automáticamente las sucesivas veces... Pero si de un evento tengo ganas, es la de una charla más o menos técnica de defectos y contaminaciones en la cerveza: excesivas oxidaciones, sabores metálicos, dimetilos y contaminaciones en general, y todo ello, a ser posible, con cata práctica ("la de la izquierda, una cerveza con este defecto, y la de la derecha, una muy similar que no lo tiene"), todo ello, claro está, sin necesidad de poner nombre a las cervezas...
En definitiva, esperamos que lo que se atisbó el año pasado en su primera edición se corrobore en ésta.
ESTOY DE ACUERDO EN LO DE LA CATA DE DEFECTOS DAVID, MUY UTIL. UN SALUDO.
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