Podio Mayo 2013

A primeros de mayo tuve la fortuna de probar unas cervezas inmensas en el festival de Copenhague (ya habrá una entrada completa dedicada al mismo, pero por ahora ha de esperar; ya veréis el porqué). He decidido que voy a listar las pocas que sobresalieron de la media como lo mejor del mes, y sin tener que ordenarlas de mejor a peor (básicamente, es difícil y estoy vago...); las pongo en orden alfabético para no dar pistas en ese sentido...

- Amager Fruiticus Lambicus Red Currant

Amager, que toma el nombre de la isla danesa donde se encuentra la mitad de Copenhague, el aeropuerto y ciénagas donde se hicieron pruebas militares (de hecho, la fábrica de Amager fue en su momento un refugio antiaéreo), es una de las cerveceras danesas con mejor reputación del mercado. Si bien no están tan de moda como Mikkeller, Evil Twin o Beer Here, la calidad de sus cervezas está más que contrastada.

Para el festival sacaron una línea de tres lámbicas en las que usaban diferentes frutas (mora, frambuesa y grosella). La de grosella me maravilló: densa y rojiza cual sirope de fresa, el agridulce de la grosella acompañaba maravillosamente a la acidez marcadísima del brett lambicus, que estaba tan presente que aparecían las notas picantes de manera clarísima. Genial...

- Firestone Walker Sucaba, Firestone Walker Parabola y Firestone Walker Wookey Jack

Sin duda, la cervecera que más gratamente me sorprendió. Definitivamente, estos californianos juegan en otra liga... Fundada por dos cuñados (sí, habéis acertado, los señores Firestone y Walker) hacia finales de los 90, empezaron haciendo brebajes tirando a malos, pero han aprendido (y de qué manera) con los años.

Si bien todas sus cervezas me parecieron brillantes, destaco especialmente tres: la Sucaba, un exquisito barley wine con toques a madera, bourbon, tabaco... y 13 grados que ni se notan; la Parabola, una Imperial Stout de (también) 13 grados, donde los aromas de vainilla conjugan maravillosamente con el cacao y el café; y la Wookey Jack, una Black IPA con centeno increíblemente balanceada. Brutales, simplemente brutales.

- Founders All Day IPA

Estos cerveceros de Michigan ya han pasado por estas páginas (leed aquí). En esta ocasión, aparte de otras nada desdeñables cervezas, me entusiasmó su All Day IPA, una IPA suave (más si cabe considerando las barrabasadas que hacen los americanos con el lúpulo), perfectamente equilibrada, y que como indica su nombre podría beberse a diario. Cítricos, resinas y aromas florales acompañando a un suave toque maltoso. Podría desayunar esto todas las mañanas...

- Jester King Salt Lick

En general el sur de Estados Unidos suele ser pelín anodino en cuanto a cerveza se refiere, y en particular el estado de Texas. Pero en la campiña tejana, cerca de Austin, tenemos una granja que hace unas cervezas excelentes, Jester King.

Entre las que pude probar, me dejó encandilada la Salt Lick. Esta maravilla es un blend entre una pale ale lupulizada con una envejecida en barrica con brett, y para más inri, buena parte de la malta Pils que lleva se ha ahumado (a lo Rauch) con ramas de pacano. La mezcla de amargo de lúpulo con ácido del brett y el puntito ahumado es definitivamente espectacular...

-  Lagunitas IPA

Si antes teníamos entre manos una IPA muy suave, la de Lagunitas es más potente pero igual de increíble.

Lagunitas, otra cervecera californiana (definitivamente, es una región que merece un peregrinaje), fue fundada a mediados de los 90, tomando el nombre de la región donde se encuentra la fábrica.

En el festival pudimos degustar una buena serie de sus caldos, pero sin ninguna duda su cerveza "bandera", la IPA, es difícilmente mejorable. Se trata de una IPA de libro.

- Surly Darkness

Los "heavies gruñones" de Minneapolis también tienen el listón altísimo de sus cervezas. Omar, presidente fundador, se enamoró de la cerveza en la Hofbräuhaus muniquesa en los 90. Desde entonces, y siempre poco a poco, desde homebrewing hasta una fábrica en toda regla, ha ido mejorando sus recetas hasta cotas elevadas.

La Darkness, probablemente su cerveza más afamada, es una imperial stout de libro que, además, fue la primera que me tomé en todo el festival... Café, cacao, cerezas, toffee... una amalgama de sabores realmente deliciosa. Y para los coleccionistas, cada año la etiqueta es un "monstruo" diferente (Drácula, Frankenstein, la Momia...).

- Three Floyds Dark Lord with Vanilla Beans

La cervecera de la familia Floyds (dos hermanos y el padre) también ha aparecido por estos lares (leer aquí), aunque en una colaboración. En el festival hicieron furor, puesto que sus cervezas literalmente volaban (la que aquí selecciono duró 22 minutos, y eso que se servían cantidades pequeñas de cerveza...). En parte por la calidad de las mismas, y también por la fama que ha adquirido con el Dark Lord Festival, había ganas de probar esta cerveza... y no defraudó. Un petróleo en toda regla de 14%, denso y tremendamente aromático de por sí, envejecido en barrica de bourbon a la que se han añadido ramas de vainilla, que en efecto aportaban una alternativa de sabor al puro alcohólico de la cerveza en sí y del bourbon. Para los amantes de los petróleos, es algo que hay que probar al menos una vez en la vida...

- Westbrook Brandy Old Time

 

Y terminamos con otra sureña, en este caso de Carolina del Sur, Westbrook. Jovencísima fábrica (2011) liderada por el matrimonio Westbrook, cuentan con bastante experiencia de homebrewing y sus cervezas son muy innovadoras a la par que muy conseguidas.

Una de sus series, las Old Time, es un proyecto de colaboración con la Charleston Beer Exchange, tienda de la vecina Charleston, y se basa en una Belgian Strong Ale elaborada en 2011 y metida en diferentes barricas (algunas con brett, otras con láctico...). La Brandy Old Time ha envejecido durante 18 meses en barrica de Brandy de Manzana de Laird sin añadido de ninguna bacteria de las comentadas anteriormente. El punto dulzón de la originaria belga se compensa con el punto ligeramente ácido de la manzana, terminando con un poso alcohólico importante pero nada desagradable (11 graditos de nada). Muy interesante.

Y con estas 10 (al final sin querer se me ha quedado un número redondo), doy por terminado este poco ortodoxo podio. El siguiente mes volveremos al formato original, pero lo bueno de escribir por aquí es que puede uno hacer lo que le venga en gana...