Pese a que mi paso por este festival fue fugaz y solamente el domingo, cuando por la incesante lluvia y por no ser el mejor día la afluencia era más bien escasa, dedicaré un breve post al evento cervecero que ha tenido lugar este fin de semana en Colmenar Viejo: la Oktoberfest.
Si bien no tenía comparación (por la definición del mismo) con la versión muniquesa, el tirón del nombre ha hecho que se utilizase para este festival de cerveza artesana española, con la presencia de unas cuantas cerveceras nacionales con sus productos habituales, hecho que restaba tirón a los más incondicionales de estos festivales.
La distribución de los puestos, un poco desparramados pero con cierto orden, me gustó, no se tenía la sensación de estar apiñados (bien es cierto que el parque el Mirador tenía espacio de sobra), con buenas fuentes para lavar los vasos y mesas de madera y columpios para los críos. La parte gastronómica, organizada por varias asociaciones sin ánimo de lucro, estaba bien cubierta con raciones frías y un buen surtido de salchichas, chorizos, pancetas y demases productos de nuestro adorado cochino que no eran las salchichas típicas de todo festival bávaro, pero cumplían perfectamente su papel de hacer cama para seguir bebiendo más cervezas...
Un par de apuntes respecto al vaso: considerablemente grande si lo comparamos con otros vasos de festivales, puesto que en él cabía un tercio. No estoy en contra de las raciones generosas de cerveza (vive dios que no), pero quizá en un festival, una dosis menor contribuye a poder probar más cervezas diferentes. Y otro apunte que me chocó enormemente fue ver a muchísima gente bebiendo botellas a morro. Creo que una norma inquebrantable en un festival es obligar a todos los usuarios a comprar y usar el vaso, que no es un precio desorbitado y, además, permite disfrutar de la cerveza en las mejores condiciones; estos festivales tienen la labor implícita de educar o de mostrar al gran público la idea de no considerar la cerveza como un refresco, sino como una bebida con unas interesantísimas propiedades organolépticas (mira que está de moda esta palabra) que, para que se pueda disfrutar en todo su esplendor, implica servirla sí o sí en un vaso. Creo que éste ha sido el lunar más grande de la organización.
Poco más puedo agregar respecto al festival, ya que no probé demasiadas cervezas. Me quedé con ganas de las Menduiña (ya no estaban el domingo cuando llegué), y de otras marcas tengo alguna comprada en botella para degustar en casa.
¡A ver si la próxima edición puedo probar más cervezas!
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Próxima parada festivalera: Heathrow Beer Festival (Heathrow, Inglaterra, Noviembre)
Si bien no tenía comparación (por la definición del mismo) con la versión muniquesa, el tirón del nombre ha hecho que se utilizase para este festival de cerveza artesana española, con la presencia de unas cuantas cerveceras nacionales con sus productos habituales, hecho que restaba tirón a los más incondicionales de estos festivales.
La distribución de los puestos, un poco desparramados pero con cierto orden, me gustó, no se tenía la sensación de estar apiñados (bien es cierto que el parque el Mirador tenía espacio de sobra), con buenas fuentes para lavar los vasos y mesas de madera y columpios para los críos. La parte gastronómica, organizada por varias asociaciones sin ánimo de lucro, estaba bien cubierta con raciones frías y un buen surtido de salchichas, chorizos, pancetas y demases productos de nuestro adorado cochino que no eran las salchichas típicas de todo festival bávaro, pero cumplían perfectamente su papel de hacer cama para seguir bebiendo más cervezas...
Un par de apuntes respecto al vaso: considerablemente grande si lo comparamos con otros vasos de festivales, puesto que en él cabía un tercio. No estoy en contra de las raciones generosas de cerveza (vive dios que no), pero quizá en un festival, una dosis menor contribuye a poder probar más cervezas diferentes. Y otro apunte que me chocó enormemente fue ver a muchísima gente bebiendo botellas a morro. Creo que una norma inquebrantable en un festival es obligar a todos los usuarios a comprar y usar el vaso, que no es un precio desorbitado y, además, permite disfrutar de la cerveza en las mejores condiciones; estos festivales tienen la labor implícita de educar o de mostrar al gran público la idea de no considerar la cerveza como un refresco, sino como una bebida con unas interesantísimas propiedades organolépticas (mira que está de moda esta palabra) que, para que se pueda disfrutar en todo su esplendor, implica servirla sí o sí en un vaso. Creo que éste ha sido el lunar más grande de la organización.
Poco más puedo agregar respecto al festival, ya que no probé demasiadas cervezas. Me quedé con ganas de las Menduiña (ya no estaban el domingo cuando llegué), y de otras marcas tengo alguna comprada en botella para degustar en casa.
¡A ver si la próxima edición puedo probar más cervezas!
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Próxima parada festivalera: Heathrow Beer Festival (Heathrow, Inglaterra, Noviembre)
Una lástima que fuera tan pasada por agua. Lo que comentas del beber a morro y obligar a utilizar el vaso me parece primordial por lo motivos que bien expones. Esto me recuerda el Vine a Fer Cervesa: cuando vendía vasos, una chica me preguntó el precio, le pareció caro (2,5€ = vaso+guía...), y me dijo que ya compraría botellas y bebería a morro.
ResponderEliminarLos feriantes le contaron que no era posible. Creo que la organización, pero también los ferianes, deben ejercer este filtro.
¡Saludos David!
Hola David!! nosotros tb estuvimos el domingo por la tarde, lástima no coicidir. Cierto que hizo un día de perros, cuando dejó de llover, apareció una densa niebla que nos invitaba a todos a irnos a nuestra casita.
ResponderEliminarToda la razón en el tema de los vaso, se que algunos productores se lo comentaron a la organizacion (bueno, aparte de que lo sepa es q estaba delante). Aparte de lo que comentas, es un agravio para los que no llevan cervezas en botella, solo de grifo.
Un beso, seguro que nos vemos pronto
Soy poco (nada) habitual de ferias cerveceras, pero si el tema vasos es algo que pasa a menudo, creo que se debería tomar cartas en el asunto.
ResponderEliminarSi se pretende que gente que solo toma lagers industriales entre en este mundo, es imprescindible que lo hagan en unas mínimas condiciones... es que tomarse una Imperial Stout o una IPA mega-lupulizada en botella, o tragarse los posos de según que cerveza, puede ser suficiente como para siga con sus insípidas lagers.
Claro que puede que haya ferias donde el objetivo sea simplemente vender...